El 9 de julio de 1816 las Provincias Unidas del Río de la Plata declararon al mundo su independencia, una declaración que implicaba la independencia en términos políticos de la metrópoli y de toda dominación extranjera. Significaba librarse de la tutela, el dominio y control de toda aquella Nación que pretendiera someter al pueblo libre de estas tierras a sus intereses foráneos.

Fue una gesta colectiva que comenzó en 1806, con la defensa de todo un pueblo ante las invasiones de los ingleses, ese fue un primer acto donde nuestro pueblo mostró el espíritu soberano que nos define. Y que continuo en las fechas que recuerda la historia como fundantes de nuestra Nación pero que no son aisladas e independientes unas de otras, porque como señalamos fue una gesta colectiva, que duro años y que tuvo sus avances y retrocesos con todas las intrigas políticas que ello significó.

En esos años de lucha la participación de las mujeres cumplió un rol protagónico, invisibilizadas por la historia oficial fueron mujeres como Juana Azurduy, Macacha Güemes, Manuela Pedraza, Remedios del Valle entre muchas otras, las que combatieron de manera heroica en el frente de batalla, organizaron redes de espionaje, participaron en política y entregaron su vida a la construcción de la soberanía de las Provincias Unidas del Rio de la Plata.
Para los hombres y mujeres de aquella época, de 1816, aquella declaración se produjo en un contexto difícil y adverso donde el poder español comenzaba a recuperarse en América, la economía se encontraba debilitada producto de 6 año de guerras y las divisiones internas eran muchas, aún así había un consenso prácticamente absoluto de que la independencia era el único camino.

Hoy a 204 años de aquella fecha histórica los hombres y mujeres de esta Patria perseguimos los mismos desafíos que los que nos precedieron: consolidar un Proyecto de Nación políticamente soberana, económicamente libre y socialmente justa.